Un joven científico español revela ‘secretos’ de las moléculas


 

 

Guillermo Vidal y Myrian Macías, junto al dispositivo que han desarrollado.

Guillermo Vidal y Myrian Macías, junto al dispositivo que han desarrollado.

ROSA M. TRISTÁN

Desde que era un crío, la familia de Guillermo Vidal de Miguel intuyó que lo suyo iba de destripar juguetes y luego montarlos de nuevo. También le gustaba que los objetos volaran… Ya adolescente, ganó el Premio Nacional Jóvenes Investigadores (2000) por construir un túnel aerodinámico que dejó perplejo al jurado. Aún no era mayor de edad. Estos días, convertido en experto en el desarrollo de instrumentación científica, presenta en un congreso científico internacional, que se celebra en Córdoba, uno de sus últimos inventos, patentado en Estados Unidos y en la Unión Europea. Y puede revolucionar la producción de medicamentos: se trata de nuevas mejoras en una tecnología que permitirán abaratar costes y aumentar la precisión de la moléculas que se utilizan en los fármacos. «Estoy seguro de que va a tener éxito», asegura.

El dispositivo que analiza las moléculas.

El dispositivo que analiza las moléculas.

Guillermo es investigador, desde hace año y medio, con una beca Marie Curie, en el prestigioso Instituto Federal de Tecnología (ETH) de Zúrich,  por cuyas aulas y laboratorios han pasado ya 21 premios Nobel, entre otros Albert Einstein. Allí llegó para dirigir el consorcio formado por la multinacional Thermo Fisher Scientific (líder mundial en instrumentación científica) y la empresa española SEADM. Los resultados de este proyecto, que ya fue publicado, tienen un nombre impronunciable: TMIMS, siglas de Transversal Modulation Ion Mobility Spectrometry, pero también un futuro prometedor. Es el adiós, asegura, a los llamados «falsos positivos», ya sea un diagnóstico o un dopaje, y en cuestión de segundos, que es lo que tarda el dispositivo en detectar determinados biomarcadores.

«No es fácil de explicar, pero podemos resumirlo en que para analizar las moléculas en la actualidad se mide la velocidad de los iones a su paso por un tubo, pero con nuestro sistema, además, medimos también su forma, su peso y tamaño. Eso nos permite distinguir unas de otras con mucha más precisión y eso es algo fundamental en el desarrollo de nuevos fármacos. Hoy muchas moléculas se confunden, dada su similitud, porque no somos capaces de distinguirlas», explica el investigador, ingeniero aeronáutico de formación.

¿Algún ejemplo? Pues si, tiene unos cuantos. «Que se preparen los que hacen trampas en el deporte», comenta. Y es que las moléculas de las sustancias de dopaje quedan al descubierto con esta tecnología TMIMS, como también es eficaz para determinar diagnósticos certeros en pocos segundos con un sencillo análisis de sangre u orina. «También puede ayudar a mejorar tratamientos como la quimioterapia, porque dada su agresividad se necesita conocer con certeza la interacción entre las moléculas», añade.

Que el desarrollo tiene posibilidades ya lo vió Europa, que en su programa Eurostars lo seleccionó entre más de 500 candidatos, quedando en el número 13 de la UE y el primero de España. Vidal comenta que el TMIMS ya tiene tres patentes (él en su haber acumula 11) y en estos momentos están en la fase de desarrollo de un prototipo precomercial, que podría estar listo para marzo del año que viene.

En su equipo cuenta, además, con otros tres españoles: Myrian Macía, Alberto Tejero y Gonzalo Arranz. Todos ellos son unos de tantos sobresalientes jóvenes investigadores que hoy trabajan en el extranjero, y que esperemos un día no muy lejano puedan generar riqueza, de la que dura, a este país.